
Caldo de huesos: receta y beneficios para tu salud
Caldo de huesos: un básico en mi cocina
Seguramente hayas oído hablar del caldo de huesos.
Es muy probable que lo hayas degustado alguna vez en algún guiso tradicional. Ya sabes, de esos de antes, de los que hacían nuestras abuelas.
Y es que la sabiduría popular tiene mucho que aportar a nuestra alimentación y bienestar intestinal. Te cuento.
El caldo de huesos, algo que parece tan de «pobre» que da hasta vergüenza decirlo, es un auténtico superalimento, de esos que no vienen de China y que, además, sale muy económico.
Las propiedades del caldo de huesos han sido reconocidas por muchos profesionales de salud. Yo comencé a prepararlo después de haber leído el libro La solución autoinmune, de Amy Myers, de quién te he hablado ya en el post «Permeabilidad intestinal».
Pues resulta que este sencillo pero poderoso caldo es una auténtica joya para regenerar nuestro preciado intestino. Gracias al efecto protector del colágeno y al efecto regenerador de la glutamina, nuestro sistema digestivo se recupera y mejora su capacidad de absorción. De esta manera, se benefician también nuestras células del sistema inmune.
Compuestos como la glicina y la controitina, que se extraen de los cartílagos, ayudan a rebajar la inflamación de los tejidos óseos y musculares del organismo, por lo que si sufres de alguna enfermedad inflamatoria como la artritis o el reuma, el caldo de huesos te irá de fábula.
En esta imagen de abajo he intentado resumir los beneficios del caldo de huesos, aunque podría haberme alargado mucho más.
Para preparar un caldo de huesos no necesitas más que una olla y unos ingredientes de buena calidad.
En casa utilizo siempre la Crock-Pot. Si no dispones de olla de cocción lenta, puedes hacerlo en una olla normal, aunque el tiempo de cocción no podrá ser el mismo ni tampoco tendrás control de la temperatura.
Si puedes invertir en una olla de cocción lenta, te la recomiendo. Yo la uso casi a diario porque preparo muchos caldos y guisos, sobretodo en Otoño e Invierno.
La calidad de los ingredientes es clave
Para que podamos obtener el máximo beneficio de un buen caldo de huesos debemos tener en cuenta que la calidad de los ingredientes juega un papel crucial.
Llámame maniática, tiquismiquis o lo que quieras, pero yo no preparo caldo de huesos con cualquier animal.
Elijo siempre huesos de vaca de pasto. SIEMPRE. Sé que el animal ha vivido en libertad, se ha alimentado sólo de hierba (para lo que fisiológicamente está preparado), la calidad de la carne es superior y su producción es mucho más sostenible y respetuosa con nuestro entorno.
A parte de los huesos, que tienen un sabor fuerte y muy característico, también me gusta añadir carcasa de pollo de pastoreo. Igual que con los huesos, solamente uso carcasa de pollo criado en libertad o ecológico.
Aquí puedes ver dónde compro huesos y carne de pasto.
¿Y las verduras? Ecológicas, libres de pesticidas (no quiero comérmelos con el caldo) y si pueden ser de km0 mejor que mejor.
Trucos para un caldo de huesos perfecto
- Utiliza la olla de cocción lenta si puedes. Si no, vigila la cocción a fuego muy bajo durante unas 4-6 horas.
- Utiliza solo huesos y carne animales de pasto o, en su defecto, ecológicos.
- Los que contienen más gelatina suelen ser las articulaciones, sobre todo, rodilla.
- Hornea los huesos durante unos 30 minutos a temperatura baja. Mejorará su sabor.
- Añade verduras: son un extra de vitaminas y minerales y le dan un sabor suave y agradable al caldo: apio, zanahoria, nabo…
- Para extraer toda la gelatina de los huesos y aprovechar sus beneficios, añade una cucharada de vinagre de manzana no pasteurizado al principio de la cocción.
- La primera hora de cocción, extrae las impurezas que queden en la superficie del caldo con la ayuda de una espumadera.
- En cuanto finalice la cocción, deja enfriar el caldo y retira la grasa que se ha formado en la capa superior con la ayuda de una espátula o una cuchara.
- Almacena el caldo en tarros para usarlo a lo largo de la semana. Dura unos 5 días en la nevera. Caliéntalo antes de tomarlo.
- Puedes congelarlo en bolsas de zip o en tarros (cuidado con los de cristal, no los llenes hasta arriba porque pueden explotar).
- Si tu espacio de almacenamiento es limitado, reduce el caldo en una cazuela, rellena una cubitera y almacénalo en el congelador. Tendrás pastillas de caldo listas para preparar sopas, cremas, guisos, etc.
Receta

Ingredientes:
-2 huesos de vaca de pasto
-1 carcasa de pollo
-3 ramas de apio
-1 cebolla
-2 zanahorias
-1 ajo cortado por la mitad
-2 hojas de laurel
-1 cucharada de vinagre de manzana
-1 pizca de sal sin refinar
-De 2 a 3 litros de agua mineral
Procedimiento
1. Dorar en el horno los huesos durante unos 30 minutos a fuego medio.
2. Introducir en la olla el resto de ingredientes junto con los huesos y añadir agua hasta que cubra.
3- Dejar cocer entre unas 24 y 48 horas en la Crockpot u olla de cocción lenta. Las primeras dos horas en modo «alto» y después bajar.
4- Si la haces en olla convencional, deberá cocer entre unas 4 y 6 horas aproximadamente. Hazlo a temperatura muy baja, con tapa, controlando en todo momento que no hierva muy fuerte.
5. Colar, dejar enfriar y retirar la capa de grasa que queda en la superficie.
6. Almacenar en la nevera o congelador o reducirlo en una cazuela para poder preparar cubitos de caldo.
Cómo tomar caldo de huesos
A mi me gusta tomar el caldo de huesos tal cual, y me encanta hacerlo por la mañana en ayunas. Es como si fuera mi café 😉
A algunas personas puede resultarles un poco fuerte para empezar el día, lo entiendo perfectamente. No pasa nada. Puedes tomarlo con verduritas a modo de sopa para el almuerzo o en la cena. El beneficio de tomarlo por la noche es que te relajará y te preparará para un profundo y reparador sueño gracias a su concentración de aminoácidos.
También puedes usarlo para hacer cremas de verdura. Les dará mucho sabor y sumarás vitaminas y minerales.
El caldo de huesos es fantástico para preparar guisos y estofados lentos. El sabor es muy concentrado y son una base perfecta para cualquier receta tradicional.
Da igual cuando lo tomes o cómo lo tomes, lo realmente importante es que lo hagas.
Dale una oportunidad al caldo de huesos, benefíciate de sus propiedades y repara tu sistema digestivo.
Tu bienestar intestinal es clave para tu salud integral.
Cuéntame, ¿tomas caldo de huesos habitualmente? ¿Conocías todas sus propiedades? ¿Tienes dudas o preguntas acerca del caldo de huesos?
Puedes escribirme a hola@marinaribas.es o dejarme un comentario en la entrada.
Me encantará conocer tu opinión y que compartas tus trucos.
Emma
Me ha encantado!!!!
Gracias por la receta porque hacía tiempo que quería hacer. Suelo utilizar caldos envasados o miso, pero está claro que lo hecho en casa está mucho mejor. Lo que me falta es espacio para alamacenar!!
Gracias!! 🙂
Bon any nou guapus!!
Mes que lletuga
¡Emma!
Qué bien que te haya gustado la receta.
Tú prueba y a ver qué tal 😉 La verdad es que como hecho en casa, no hay nada. Todo tiene un sabor más especial…
Nosotros tampoco tenemos mucho espacio de almacenaje, por eso la idea de reducir el caldo y ponerlo en cubiteras puede serte útil. También te voy a decir una cosita… Cuando llegue el olor por toda la casa, ya te digo yo que no vas a darle tiempo para el almacenaje… jajaja
Un beso enorme de parte mía y de Jay y Feliz Año Nuevo.
Ana
¡Marina me ha encantado cómo lo has resumido! La verdad es que es todo un arte hacer caldo de huesos. Las primeras veces me salía inbebible, con un sabor muy fuerte que no podía ni oler. Pero después de buscar información y varias pruebas dí con la solución: hornear bien los huesos antes.
Yo utilizo también patitas y cuellos de pollo por el colágeno. Y para las verduras utilizo los troncos del brócoli que voy congelando. También le añado a veces alga kombu por el aporte de minerales. Lo guardo en bolsitas en el congelador, no me hace mucha gracia usar plástico, pero bueno…a veces no hay más remedio 😉
¡Ah! Y muy importante lo que dices de utilizar únicamente huesos provenientes de animales de pasto. Yo tampoco hago caldo si no es así.
Gracias por tu aporte a la vida saludable y Feliz Año
Mes que lletuga
Ana, amore,
Muchas gracias por tu comentario.
Las patitas son geniales. Y las manitas de cerdo ya ni te digo… jaja
Me encanta la idea de ir congelando los tronquitos de brócoli. Hoy he hecho lo mismo.
La verdad es que para mi la calidad es clave. Los huesos y la casquería si no son de pasto o en su defecto eco, me niego a comerlos. Creo que debe primar la calidad. Si no, prefiero no comer.
Te mando un besote enorme, lleno de Salud, Amor y Caldito de huesos.
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María Roig
Es fácil conseguir carne y huesos de pasto aquí en Ibiza? Mil gracias!
Mes que lletuga
Hola, María,
Yo la compro fuera. En Ibiza no la encuentro. Sí que hay eco, pero no de pasto.
Te recomiendo que visites la web «DeYerba» y ahí encontrarás a todos los productores nacionales que realizan envíos a las Baleares. Vale la pena 😉
Un abrazo.
Ejercicios01.com
🙂
Muy motivante tu redacción y hay demasiadas cosas que no sabía que me has enseñado, esta genial..
te quería agradecer el periodo que dedicaste, con unas infinitas gracias, por instruir a gente como yo jajaja.
Adios
Malena Medina
Hola, muchas gracias, tu labor es muy altruista, yo de nina tomaba caldo de hueso por que mi madre lo hacia, pero no aprendi lo tan bueno que era, con los anos entrando en mi edad adulta paso los 50, y despues de una situacion inflamatoria en mi cuerpo,y que me niego a aceptar lo que los Drs dicen que sea cronica, y buscando mucho sobre alimentos naturales, y como ayudarme a reverter esto que tengo, le digo que los Drs estan pasmados, porque en vez de subirme las dosis de todas las drogas y steroides que me dieron, y las cuales muchas de ellas no tome, me siento muy bien, pero tengo que seguir alimentando mi cuerpo de la forma que lo hize desde hace 1 ano cuando todo esto me comenzo, le digo la verdad tambien comenze hacer caldo de huesos pero mi vida es muy ajetreada, y no tengo tiempo para estar pendiente de una olla por 24 o 48 horas, pero hoy escucho por todos lados el famoso caldo de hueso y buscando en internet, vine a dar con su pagina, mi pregunta es aunque ya lo aclaro mas arriba, sobre cuando se enfria, la capa de grasa que se forma, se puede botar, mi madre nos los daba tibio y nunca me di cuenta de esa grasa, pero ahora yo la tiro, porque pienso que es grasa, pero mi esposo dice que no pede ser grasa, porque el hueso es pelado, que eso es la medula, y que debo tomar eso tambien ,por favor Ud que sabe, me podria decir, «es grasa ?» no sabia que dentro del hueso tambien hay grasas, por favor ilustreme ,y perdone por extenderme mucho, Que la luz Divina siempre la ilumine, Gracias desde Phoenix AR USA
Patricia
Hola Marina,
me gustaría hacer este caldo, pero soy intolerante a la fructosa y sorbitol, con lo cual tengo bastante restringido consumir verduras. Entiendo que podría hacer el caldo sólo con los huesos y la carcasa, no? sin tener que añadir verduras ni vinagre de manzana.
Por cierto, ayer compré la crock-pot y estoy deseando que llegue para estrenarla, aunque no sé si la usaré más para las comidas de mi marido y mi hijo que para las mías (por todo el tema de las intolerancias alimentarias :()
Gracias,
Alejandra
Mil gracias por este artículo tan bien escrito sobre como hacer el caldo de huesos, ya he empezado a hacerlo pero tus instrucciones me va a ayudar a hacerlo mejor.
Afortunadamente tengo buena salud a mis 50 + , pero nunca es tarde para cambiar algunos hábitos de alimentación para estar mejor! ya que quiero perder algunos kilos.
Mi pregunta es, como se debe de consumir? Una vez por día, durante cuánto tiempo?
Gracias!
Mes que lletuga
Hola, Alejandra,
Un placer que te haya gustado el artículo y leerte por aquí 🙂
Recomiendo tomar el caldo de huesos siempre que se desee y no haya ningún efecto adverso.
Yo lo tomo casi a diario, ya sea solo, en sopas, en cremas, en estofados… Es una cuestión de gustos 🙂
Un saludo.